Esta natural y sencilla técnica logra potenciar la curación o sanación de las necesidades particulares de cada persona. De una manera suave busca hacer circular la energía vital en nuestro cuerpo, desbloqueando zonas donde la energía se ha ido estancando, generando bloqueos que progresivamente afectan nuestra salud y nuestra calidad de vida.
Por esto Reiki actúa en nosotros tanto a nivel físico, mental y emocional, como así también espiritual. Después de recibir Reiki, las personas experimentan equilibrio, aumento de la creatividad, liberación de emociones y relajación de las tensiones, aliviando estados de depresión y de cansancio.
Por medio de esta canalización de energía en el organismo también se obtiene una importante liberación y eliminación de toxina ya que la energía sigue trabajando en la persona por varias horas e incluso días después recibida la sesión. Recibiendo sesiones frecuentemente podemos notar como se va transformando suavemente nuestra vida, trayendo más calma, armonía y bienestar.
Además, estimula nuestro sistema inmunológico y ayuda a controlar el estrés cotidiano. Nos ayuda a ver la vida de una manera más positiva, y enfrentar los inconvenientes de forma más controlada.
En resumen, nos hace seres más felices y saludables.
En casos de intervenciones quirúrgicas permite reducir la ansiedad del paciente antes de la intervención, aumenta la capacidad de recuperación del paciente y acelerar la eliminación de toxinas de la anestesia y fármacos. Por este motivo se está utilizando cada vez más en los hospitales alrededor del mundo, y se recomienda a los pacientes.
Se puede también:
- Dar y recibir Reiki a distancia, a personas que físicamente no se pueden acercar o que están imposibilitadas de moverse, o en casos que no se pueda tocar el cuerpo (como en los casos de quemaduras graves).
- Limpiar y Armonizar espacios y ambientes, como casas, negocios, empresas, liberando la energía negativa y dejando fluir la energía positiva.